Las propuestas lúdicas inspiradas en la filosofía reggiana se basan fundamentalmente en ofrecer a los infantes la oportunidad de vivenciar, jugar y experimentar el entorno desde el ambiente y sus posibilidades. Se promueve la concepción de estética como creación de espacio educativo que expresa y comunica el proyecto institucional, con un compromiso de participación del entorno al cual pertenecen.
Los infantes son los protagonistas, quienes tienen el potencial y la curiosidad suficiente para ir construyendo su aprendizaje. Llevan su iniciativa, amplían y enriquecen sus conocimientos. Exploran las posibilidades de juego y eligen diferentes objetos. Los adultos planifican, organizan, guían, escuchan y acompañan, logrando que los niños y las niñas disfruten del encuentro en un ambiente que invita a jugar.
