Los distintos rincones del jardín se transforman en espacios de juego que impulsan el aprendizaje de manera divertida e interactiva. Utilizando materiales diversos y escenarios flexibles, se enriquecen las experiencias educativas, ofreciendo a los/as niños/as múltiples oportunidades para estimular su creatividad, explorar el entorno y fortalecer sus habilidades de comunicación e interacción social.
